
Antes de comenzar a adiestrar, es importante saber el motivo por el cual tu perro tira de la correa. Si tu perro tiene miedo, ansiedad o tiene conductas agresivas, va a ser muy complicado que aprenda, y menos en la calle. Por ello, siempre recomiendo empezar a trabajar en casa el adiestramiento, y por otro lado sus problemas emocionales. Después de leer el artículo, te invito a que veas el vídeo del final.
Otros motivos muy frecuentes son:
- Aprendizaje incorrecto. Desde cachorro ha dirigido el paseo, cruzándose y tirando.
- Uso de herramientas inadecuadas (correas cortas y collares).
Adiestrar no es educar, pero el adiestramiento en obediencia básica es la mejor herramienta que tenemos para una buena comunicación, herramienta que utilizaremos para su educación. Dentro de esta obediencia, un buen manejo de correa es indispensable para que los paseos sean ordenados. Este orden o control aportará certidumbre a tu perro.
Parece retorcido, pero es muy simple de entender y muy importante. Por ejemplo, un perro inseguro que sale nervioso a la calle, en el momento que le ponemos límites claros y precisos le aportará mucha información y le dará certidumbre, la cual es el antídoto de la ansiedad y el descontrol. Si tiene claro lo que puede y no puede hacer tu perro irá más seguro por la vida.
Al menos una de las salidas a la calle debe ser completa, es decir que tu perro tenga la posibilidad de hacer sus necesidades, jugar, olfatear y ver mundo. Pero cuando te quieras desplazar de un punto A a otro B el paseo debe ser ordenado:
- No debe tirar de la correa.
- No debe dirigir el paseo llevándote donde él quiere.
- No debe orinar o defecar en cualquier sitio.
Los puntos anteriores están por orden de relevancia, ya que el primero facilitará los otros dos. Y doy por hecho que tu perro tiene todas sus necesidades básicas cubiertas. Vamos a ver algunas soluciones y cómo trabajarlas.
NO DEBE TIRAR DE LA CORREA
Objetivo: Que tu perro asocie el collar (o arnés) y la correa a que no puede ir donde quiera, debe ir donde tú decidas ir. Y si estás parado, él tiene que estar parado.
Como decía en el artículo «collar o arnés», lo más importante no es la herramienta ni el perro, sino tú y lo que lo hayáis trabajado.
No importa que tu perro sea un cachorro o adulto, esto debe aprenderlo desde que lo adoptas y entra en casa. Este hábito va a facilitar el aprendizaje de los otros dos, por ello le doy más importancia y lo pongo el primero. Se consigue muy fácil, lo único que necesitas es tiempo y paciencia.

Hay que seguir esta máxima SIEMPRE; Si la correa no está sin tensión, es decir, que prácticamente la puedas sujetar con dos dedos, no avancéis. Mi compañero de trabajo Pepito (el de la foto), es un pastor de Brie y pesa unos 40 kilos, tiene mucha energía. Para que fuera posible sacarlo a pasear, hemos tenido que trabajar mucho en casa y después en la calle.
¿Cómo trabajar este ejercicio?
Se puede trabajar de muchas maneras, ahora veremos unas cuantas, pero en todas ellas hay un factor común; SI HAY TENSIÓN EN LA CORREA TU PERRO NO AVANZA. Da igual su tamaño, si es pequeño tu control le aportará seguridad y certidumbre y si es grande no te queda otra opción si quieres pasear con él.

Como siempre recomiendo, al principio este ejercicio o mejor dicho hábito, empezaremos a trabajarlo en casa, o donde no haya estímulos que puedan distraer a tu alumno. Ponle el collar (o arnés) durante 2 ó 3 minutos, y camina por tu casa. Simplemente eso, si hay tensión en la correa no avances. Hazlo 3 veces al día. De vez en cuando párate, y no comiences a caminar hasta que la correa no esté suelta sin tensión.
Cuando veas que tu perro te mira en cuanto perciba la más mínima tensión en la correa, se lo puedes complicar un poco con los siguientes ejemplos, pero seguimos dentro de casa:
- Tú mismo le tiras comida para que intente ir a cogerla.
- Otra persona que lo llame desde otra habitación.
- Le tiras su juguete favorito.

Y lo mismo, sólo cuando la correa esté destensada tu perro podrá llegar a su objetivo. Si tira de ella «te plantas como un arbol» hasta que la correa esté suelta y sin tensión. Esto debes repetirlo unos días. Hasta que tu perro no haga el amago de intentar llegar a su objetivo «no pases de pantalla«. Cuando no tire, ya puedes trabajar lo mismo en la calle, en un lugar tranquilo. Poco a poco ve complicando la cosa, trabajándolo en lugares con más distracciones (perros, bicis, ruidos).
Tu perro no debe dirigir el paseo.
¿Cómo conseguimos esto? Mediante la actitud de seguimiento. Ya que tu perro no tira de la correa, estará más pendiente de ti cuando lo ates, así que esta parte te será más fácil. No se trata de trabajar un junto deportivo, sólo que te siga de cerca cuando se lo pidas.

Objetivo: Evitar que se nos cruce por delante.
Asociación de la correa y el collar a que tú y tu perro debéis ir donde tú decidas ir.
Un truco para que tu perro distinga el tiempo de trabajo (incluso en la calle): ponle el collar justo antes de empezar a trabajar. Si a tu perro lo tienes acostumbrado al collar ponle un arnés o un collar de otro tipo al que lo tienes habituado. Lo importante es que perciba un cambio a la hora de comenzar a trabajar.
Patrón motor ( Fase 1)
Hacemos exactamente lo mismo que en casa. Cuando llegamos al lugar de trabajo le cambiamos lo que lleve puesto (el arnés o el collar) y comenzamos. El lugar por donde vaya tu perro lo has de decidir tú. Yo lo suelo llevar por la izquierda para llevar mi mano derecha libre (soy diestro).
Como vemos en la siguiente foto, bajamos un poco la mano con un premio y que lo siga (luring) y cuando vaya andando junto a nosotros, con su cuerpo por detrás de nuestras piernas, le damos la confirmación verbal («bien», «ok») y lo vamos premiando continuamente. Las primeras veces en línea recta para que le quede claro.


Comando verbal (Fase 2)
Después de unos días (depende del tiempo que lo hayas trabajado), ya le podemos decir la palabra junto (o la que elijas) y vamos cambiando de dirección. Cuando veas que tu perro entiende el ejercicio (te sigue a todos los cambios de dirección) quitamos el premio de la mano y lo vamos premiando de forma variable y con la otra mano, así se irá olvidando poco a poco del premio.
JUNTO + MARCADOR + PREMIO
A distancia (Fase 3)
No se puede utilizar el junto como una llamada. El junto nos puede valer, por ejemplo, cuando vamos paseando con la correa de 2 metros y nos vamos a cruzar con gente, otros perros, pasar cerca de un vehículo… y queremos que vaya pegado a nosotros, bien por su seguridad o bien por no molestar a los demás.
Con tu perro en cualquier posición (en frente por ejemplo), pero muy cerca, le diremos «junto» y ayudándonos del luring le indicaremos la posición deseada y justo cuando esté en dicha posición lo confirmamos y premio. Ve aumentando la distancia. Ayúdate de la correa de 1,5 – 2 metros para guiarlo cuando no llegues con el luring.
Cuando ya no tengas que tirar de la correa ni el guiado con la comida, ve disminuyendo los premios y cambiándolos de mano para confirmar lo aprendido y poder «pasar de pantalla«, es decir, trabajarlo en la calle. Primero en lugares tranquilos tu perro y tú solos y poco a poco se lo vas complicando.
PRINCIPIOS BÁSICOS
- Disfruta aprendiendo con tu compi.
- Hazlo cuando tengas tiempo, sin prisas.
- Si no estás de buen humor, lo dejas para otro momento.
- Aprended cada día algo nuevo.
- Ten paciencia.
- No le exijas demasiado.
- Habla lo justo. Facilitarás su comprensión.

Si no tienes tiempo para dedicarle a tu perro como se merece contacta con un profesional del mundo canino, ya sea para educarlo, adiestrarlo o pasearlo.
Si necesitas ayuda con tu perro, no dudes en enviarme un mensaje a través de la red social que quieras.

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