
Un perro nos acompañará durante 12 o 18 años y siempre será un ser dependiente. No es un juguete al que se le puede dejar sólo todo el día. Es una decisión muy importante, así que cuanto más informado estés sobre esta especie tan diferente a la nuestra, más fácil será la convivencia.
Casi 300.000 animales son abandonados al año en España. Entre perros y gatos unos 120.000, y casi la mitad de estos son regalados, es decir, los cuidadores no son los que toman la decisión final de adoptar ni eligen al que será su compañero de vida.
Puedes hacer una buena acción adoptando un perro de un refugio y colaborarás disminuyendo la crianza irresponsable de determinadas razas caninas. Hay cachorros abandonados de camadas no deseadas que estarán deseando darte su cariño durante toda su vida por este acto tan bondadoso. Si has tomado la decisión de comprar, asegúrate de que la madre y su camada proviene de un criador responsable.
Para que puedas tomar una decisión más inteligente puedes leer este artículo, donde explico las características más importantes de los perros de raza pura y los mestizos.
¿A qué edad se debe adoptar un cachorro?
No se debe separar de la madre y sus hermanos hasta los 2 meses de edad, incluso serían recomendables unas semanas más. Este periodo es muy sensible, ya que aprende a jugar, caminar, inhibir su mordida, y lo más importante, en la octava semana se produce el destete. Si el perro es comprado, asegúrate de donde viene, ya que en muchas ocasiones los venden antes de tiempo para ahorrarse comida, gastos veterinarios y otros cuidados indispensables en esta edad.
Entre las 6 y 8 semanas deben empezar las vacunas, mínimo las de parvovirus, moquillo y parainfluenza canina. Es uno de los motivos por los cuales algunos criadores intentan desprenderse cuanto antes de ellos. Otro motivo puede ser la higiene, ya que se ahorran horas de trabajo limpiando la zonas de las camadas.
En otro artículo veremos cuales pueden ser los problemas ocasionados por un destete prematuro y porqué se producen:
- Conductas indeseadas en su etapa adulta
- Sistema inmune debilitado
- No controlan su mordida
- Ansiedad, agresividad e hiperactividad
- Mastitis y depresión en la madre (si la separan al mismo tiempo de toda la camada)
- Problemas de comportamiento con otros perros
¿Qué cachorro elijo?
El perro «ideal» es el que mejor se adapta a la vida de su nueva familia. No elijamos sólo por criterios de belleza, es más importante conjugar tus hábitos diarios con el temperamento y las necesidades de cada perro. No es lo mismo una persona que viva sola o en familia, que practique deporte o lleve una vida sedentaria, sea joven o de edad avanzada, con o sin hijos, en el campo o en la ciudad, en un piso o con jardín. La elección debería ser muy diferente.
Puesto que la «perronalidad» se compone del del temperamento (componente genético) y del carácter (aprendido del entorno) podemos facilitarnos el camino eligiendo un perro que se adapte lo mejor posible a nuestro estilo de vida.
Ya en la camada, a partir de la semana siete, se puede ver la tendencia (a grandes rasgos) del carácter del perro. Nos podremos hacer una idea y así facilitar la adaptación del perro a nuestro estilo de vida, aunque como ya hemos visto, el carácter es cambiante según sus condiciones y la educación o el adiestramiento que tenga.

Bienvenido a casa
Los aspectos que más nos preocupan cuando tenemos un cachorro por primera vez suelen ser:
- Hábitos higiénicos (pis y caca)
- Su educación (normas y límites)
- Socialización
- Destrozos
- Ladridos o lloros excesivos
No hay que olvidar las visitas al veterinario. Pregunta al refugio o al criador sobre la desparasitación y vacunas que necesite.
Vamos a ver algunas claves para preparar «el camino para el perro y al perro para el camino». Un aspecto importante y general, que vale para todas las claves siguientes es que todo lo que le ocurra a tu joven amigo deben ser buenas y agradables experiencias.
Hábitos higiénicos

A los perros no les gusta nada oler sus excrementos, son limpios por naturaleza. Si tienes paciencia y lo sacas con frecuencia lo conseguirás en poco tiempo, ya que de manera natural prefieren hacerlo lejos de su hogar.
A estas edades aún no controlan sus esfínteres y harán sus necesidades con frecuencia. Decide un lugar de la casa para que haga sus necesidades y pon empapadores que huelan a su pis.
Deberás hacer mini salidas de 5 minutos para que haga pis en la calle. Si no está vacunado llévalo a zonas limpias donde no haya excrementos de otros perros y gatos, y si es en brazos para minimizar riesgo de contagio, mejor.
Cuantas más veces lo saques antes lo conseguirás. Hay 3 momentos que son de mayor probabilidad que haga sus cosas, y es muy recomendable sacarlos justo después:
- Cuando se despiertan.
- Cuando beben o comen.
- Cuando está jugando y se aparta de ti o del juguete (como para descansar del juego y olfatear).
Es complicado pero muy importante no regañarle en exceso para que no se asuste, ya que puede coger miedo a hacerlo delante de ti en la calle, lo que retrasará su aprendizaje. Cuando haga en su sitio le haces una fiesta, y si llevas premios le das.
Claves importantes:
- Consiste en ir generando poco a poco el hábito de hacerlo en un lugar correcto.
- Si llegas a casa y te encuentras la suciedad no sirve de nada castigar ni regañar, no lo entenderá porque no existe contingencia temporal.
- Si lo pillas en el momento, un NOO!! y lo llevas al lugar correcto.
Algunas soluciones:
- Romper expectativa (paseo – casa – paseo).
- Para aprovecharnos de la naturaleza limpia de los perros, el uso del transportín es muy eficaz.
- Reforzar cuando lo haga fuera (una fiesta y premios).
Educación
Adiestrar no es educar. El adiestramiento nos facilitará su educación, pero no nos confundamos, hay perros muy adiestrados que no saben comportarse en sociedad, ni en su propio hogar. En un principio nos ayudaremos de unas normas y límites claros. Lo que no queramos que haga de adulto no lo puede hacer de pequeño. Se le enseña.
No se trata de ser duro, sino de tener constancia y no variar las normas y los límites. Uno de los grandes problemas que nos encontramos los comportamentalistas caninos es este, la variabilidad de los propietarios, los “ahora sí y ahora no”, los “no me importaba que mi perro ladrara cuando era cachorro y no le daba su juguete o su comida, pero ahora que vivo en un piso con muchos vecinos no lo veo correcto”.
Una disciplina adecuada, es decir, normas y límites claros y justos dentro de un entorno correcto de afecto (buen vínculo) lo dotarán de certidumbre y seguridad, es decir, sabrá lo que puede o no puede hacer, lo que nos facilitará el camino y nos ahorrará muchos disgustos y en algunos casos dinero.
Destrozos en casa
Los colmillos salen entre los 3 y 6 meses, así que lo muerden todo por necesidad, no porque sean malos. Pon a su alcance juguetes y mordedores especiales para perros, quita cables, enchufes y objetos valiosos a los que pueda alcanzar.
Los perros descubren el mundo con su olfato y su boca, al igual que nosotros de niños exploramos con nuestras manos, ellos lo degustan y lo muerden, es algo natural. Si lo pillas en el momento le quitas el objeto, le dices un contundente NOO!! y cuando pase un ratito, para que no lo relacione como premio, le das otra opción para morder; lo llevas a su zona de juego o le das un juguete.
Ojo con dejarle juguetes parecidos a prendas de vestir o ropa vieja (tenis o toallas), no sabrá distinguirlos de los nuevos.
Si te vas de casa, lo único que puedes hacer es delimitar sus movimientos o quitar todo lo que esté a su alcance. Si alguna vez se te ha olvidado hacerlo, que pasará, y te encuentras un destrozo no le regañes, sólo servirá para que te cueste más esfuerzo tener un buen vínculo con él. No relacionará el verte enfadado con algo que pasó hace un rato.
Dicen muchos propietarios, «lo sabe porque cuando llegué agachó las orejas y metió el rabo entre las piernas». Es cierto, si es muy joven y te ve enfadado pasará miedo, pero porque estás enfadado, no por el destrozo ni el pis de hace un rato. La prueba más evidente es que no aprenden ya que lo siguen haciendo, y tu perro lo que más quiere es verte feliz.
Créeme, si hay un buen vínculo (dependencia sana + afecto + Identificación positiva) tu perro estará más que dispuesto a jugar en tu equipo, nunca querrá hacer algo por fastidiarte, ni por rencor. El vínculo se puede trabajar de manera muy sencilla, mediante el juego, la comida y el adiestramiento.
Ladridos o lloros excesivos
La separación del entorno donde nació puede ser un cambio muy brusco. Para suavizarlo y evitar que se convierta en un adulto asustadizo, lo mejor es tratarlo con mucha calma y suavidad. OJO con los niños!! Siempre debe estar un adulto controlando los primeros encuentros. Explícales que no es un juguete sólo para acariciarlo y jugar, necesita descanso y tranquilidad.
Las primeras noches suelen ser agitadas. Le falta el contacto con su madre y hermanos. Para suavizar esto, puedes ponerle una bolsa de agua templada y algún trapo o camita que huela a su anterior familia. En 3 o 4 días debería estar más o menos adaptado, ten paciencia. Debes prepararle en un lugar tranquilo una camita o algo parecido donde esté cómodo, se sienta seguro y no tenga sustos.
Es muy importante que aprenda a estar sólo, pero sin prisas, aún no lo dejes durante mucho tiempo, hazlo progresivamente. Ve aumentado el tiempo poco a poco. Estos primeros días haremos una excepción para suavizar el cambio, pero después ignoraremos los llantos y nunca reforzaremos ladridos de consentimiento y excitabilidad.
Socialización
Durante la etapa de cachorro se dan diferentes fases en su desarrollo psíquico, y justo cuando llega a casa está en un periodo muy sensible que marcará su desarrollo evolutivo respecto a su forma de comportarse. Tienes que asegurarte de que sus encuentros con otros perros y personas sean agradables y sobre todo que no reciba sustos.
Aunque no esté vacunado, lo puedes sacar en brazos para que vea mundo, llevarlo a casa de amigos o familiares que tengan perros modelo (tranquilos y equilibrados) y que estén vacunados. Todo esto ayudará a que tu perro sea un adulto seguro y que te pueda acompañar a cualquier parte.
Ojo con los perros grandes y nerviosos, por muy buenos que sean les pueden provocar daños irreversibles, ya que el esqueleto y las articulaciones de un cachorro no están desarrolladas por completo. Según la raza y el tamaño este desarrollo puede variar entre los 8 y 16 meses de edad. Los de tamaño pequeño completan antes su crecimiento.
Si no tienes tiempo suficiente para dedicarle a tu perro contacta con un adiestrador o educador canino profesional. Un buen paseador también te puede ayudar con sus necesidades básicas.
Un abrazo y hasta el próximo artículo!

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