
Los ladridos excesivos causan numerosos problemas vecinales con consecuencia de denuncias. En algunos casos, los propietarios «se rinden» y optan por el abandono. Conociendo las causas podremos intervenir mejor en sus efectos.
Los perros ladran por motivos muy distintos, es muy importante analizar el origen de esos ladridos de tu perro en particular, para así poder poner soluciones. No siempre es fácil, porque se pueden juntar dos motivos subjetivos diferentes, pero siempre predomina alguno de los siguientes. Después de los tipos veremos algunas soluciones.
Tipos de ladridos
- Miedo, inseguridad. El perro se siente incómodo ante un estímulo determinado (otros perros, niños, hombres con barba). Le falta socialización con dichos estímulos. Puede ser más peligroso que un perro guardián, ya que esta carencia suele acarrear un pobre lenguaje de comunicación y no sabe avisar correctamente, un perro guardián bien socializado sí.

- Protección, aviso, defensa. Este ladrido puede tener dos objetivos: Avisar al dueño o alejar al intruso. Es el más natural. No hace mucho tiempo atrás, la presencia de un perro era normal sólo en entornos rurales (fincas, cortijos, perros pastores) y hemos ido seleccionado a los individuos más ladradores.

- Entorno pobre de estímulos. El perro ladra para dar salida a un estrés y ansiedad acumulados. Las estereotipias son conductas o secuencias de conductas repetitivas sin ningún tipo de fin, el ladrido excesivo es una de ellas, al igual que las volteretas de un mono enjaulado. Es frecuente en los perros de piso que pasan muchas horas solos y aburridos.

- Llamadas o demandas de atención. Este tipo de ladrido es muy común, consciente o inconscientemente lo solemos reforzar nosotros, es decir en la mayoría de los casos el ladrido ha sido condicionado, cuando el perro quiere algo y ladrando lo consigue (juguetes, caricias, brazos, chuches, subir al sillón). «Como hoy ha funcionado, mañana lo repito». Es una de las bases del aprendizaje.

Algunas soluciones
- En todos los casos anteriores, antes de comenzar ningún trabajo o terapia, debemos estar seguros de que nuestro perro tiene todas sus necesidades básicas cubiertas.
- Para intervenir correctamente, hay que analizar la causa subyacente (motivo subjetivo).
- Si el motivo es el miedo hacia un determinado estímulo, primero trabajar ese miedo.
- En la mayoría de los casos de perros guardianes funciona el adiestramiento del comando ladrar y callar a la orden. Primero se le enseña el «ladra» y después el «calla».
- No reforzar las conductas estereotipadas.
- No reforzar las llamadas o demandas de atención. Necesaria implicación de toda la familia y conocidos.
- Reforzar muchísimo los estados de relajación (caricias, premios, «muy bien»).
- Enriquecer el medio y dar ejercicio físico y mental.
- Dar salidas aceptables a esas conductas (juguetes interactivos, juegos de olfato).
- Sobre todo en el caso de los perros que pasan mucho tiempo solos en un piso, es muy aconsejable que quemen energía antes de marcharnos y además, dejarles un kong u otro juguete interactivo. Si no tenemos, podemos hacerle uno casero (botella de plástico con agujeros y premios), o dejarle comida escondida por la casa para que la busquen utilizando su olfato.
- Trabajos de gestión emocional (ejercicios de inducción a la calma, trasportín).
Si quieres más información, no dudes en contactar conmigo mediante la red social que mejor te venga.
Puedes complementar esta información con audios y vídeos en mis redes sociales de iVoox, Youtube, Facebook e Instagram (@juanrpmp) y cómo no, aquí en mi blog Paseoseducaninos.com
Muchas gracias y hasta el próximo artículo!!

Deja una respuesta